Querer mejorar.
Querer ser mejor, querer aprender, tener inquietud, querer cambiar el entorno que nos rodea… ¿Por qué hay personas que siempre parecen dispuestas a mejorar y otras sólo quieren vivir tranquilas?
Mi teoría es que todos “de serie” venimos con actitud de crecimiento e interés por la mejora. Sin embargo, el entorno, el miedo a destacar, los malos jefes, las malas experiencias pasadas, el miedo al fracaso… nos van quitando esa fuerza.
Dos ideas que comparto con vosotros:
– Cuida mucho de quién te rodeas. Busca compañeros de viaje que quieran crecer y recela de aquellos cuya respuesta inmediata sea : no se puede. Cuídalo, no sólo en el terreno profesional, sobre todo en el personal. Cuando encuentres a alguien dispuesto a probar cosas nuevas, con ganas de aprender, “fíchalo” rápidamente.
– Acepta que te vas a equivocar. Si propones mejoras, es seguro que a veces tendrás errores. Y mil veces pensarás “quién me manda meterme en esto”. Pero equivocarse forma parte del aprendizaje. Tu amor propio no es tan importante como parece.
¿Tienes más ideas?