Talento Humano Infrautilizado
Desde el punto de vista de gestión Lean, hablamos de desperdicios cuanto nos referimos a cualquier actividad que no agrega valor pero que consume recursos.
Hay uno que me parece especialmente dramático, el desperdicio del talento humano. Si los empleados no alcanzan su máximo potencial, disminuirá la capacidad de la organización para competir en el mercado. Por no hablar de que es absurdo en sí mismo invertir recursos y esfuerzo en buscar a los mejores profesionales y luego desperdiciar su capacidad.
Lo bueno y lo malo de los desperdicios es que nunca vienen solos. Es decir, casi siempre, el desperdicio del talento va a venir derivado de otro. Por ejemplo, si tengo a un trabajador repitiendo lo que ya hizo otro, haciendo más de lo necesario, esperando, moviéndose… seguro que por extensión estará desperdiciando su talento. La buena noticia es que eliminando uno de los desperdicios, casi siempre eliminamos o reducimos el otro.
A veces el problema es que la propia organización no define claramente qué se espera del trabajador, o no dispone de sistemas adecuados para capacitarlos y explicar claramente qué deben hacer.
Otras veces, las empresas se empeñan en hacer a mano tareas que perfectamente pueden automatizarse
Quizás sea el propio trabajador quien se desmotiva por falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo. Si los empleados no tienen la oportunidad de avanzar en su carrera y asumir nuevos desafíos, es más probable que se sientan desmotivados y pierdan el interés en su trabajo.
La falta de comunicación y transparencia también suele traer como consecuencia el desperdicio de gestión del talento. Si los empleados no se sienten informados sobre los objetivos y planes de la organización, es posible que no comprendan cómo sus trabajos contribuyen a la visión general de la misma. Cualquier herramienta para trabajo colaborativo o las reuniones ágiles, ayudan a reducir mucho este problema. Ahora bien, ¿la organización quiere ser transparente?
Ciertamente las causas no son únicas. Detrás habrá una cultura adquirida a lo largo de muchos años de trabajo, una resistencia al cambio, quizás la falta de conocimientos sobre cómo afrontar el problema.
En cualquier caso, la gestión eficiente del talento es fundamental para el éxito de cualquier organización. Más aún al tener en cuenta que estamos asistiendo a una renuncia más o menos ruidosa de trabajadores que están reconsiderando las prioridades de sus vidas.
Trabajar en actividades que consumen recursos pero no aportan valor es agotador y absurdo. Además, quema al trabajador. Una revisión de nuestros procesos con ojos críticos puede ayudar a la organización a ser más eficiente y a retener a sus trabajadores talentosos. Con lo difícil que es encontrarlos, no los perdamos.
Etiqueta:Desperdicios, lean, Talento Humano